El primero de agosto es el día de la PACHAMAMA. Ese día se entierra en un lugar cerca de la casa una olla de barro con comida cocida. También se pone coca, yisca, alcohol, vino, cigarros y chicha para alimentar a la Pachamama. Ese mismo día hay que ponerse unos cordones de hilo blanco y negro, confeccionados con lana de llama hilando hacia la izquierda. Estos cordones se atan en los tobillos, las muñecas y el cuello, para evitar el castigo de la Pachamama.

Extraído del relato de un pastor colla de Yaví, Jujuy. En: Vidal de Battini, Berta

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