
Un poco de historia
A principios del siglo pasado, un grupo de jóvenes organizó unos desfiles de disfraces para festejar el carnaval, en Cerrillos. A los pocos días unos cuantos muchachos se paseaban con sus disfraces por la calle principal, entre la algarabía de las señoritas y señoras que se arrimaban a las veredas para saludar el paso de estos “audaces”.
Con el correr de los años, las autoridades del pueblo ayudaron a la organización de los corsos y le impusieron el nombre de Corsos de Flores.
Otro hecho fundamental en la historia de los carnavales cerrillanos fue la instalación de las famosas carpas, que con el tiempo comenzaron a instalar sillas y a cobrar entrada para ayudar a solventar los espectáculos e invitar a comparsas de otros lugares.
Fuente: http://cerrilloscultura.blog.com.es/
0 comentarios:
Publicar un comentario